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Este colgante en plata .925 representa una triqueta celta entrelazada, símbolo ancestral de la unidad sagrada: mente, cuerpo y espíritu; o en otras interpretaciones, vida, muerte y renacimiento. La triqueta se encuentra contenida en un círculo decorado con un trenzado doble que evoca los antiguos grabados rúnicos y la eternidad del ciclo de la existencia.
El contraste entre las líneas suaves y firmes del símbolo central y el dinamismo del marco trenzado refuerza su dualidad espiritual: la quietud interior y el flujo eterno del universo. Es una joya que trasciende culturas, un talismán para quien busca equilibrio, conexión y protección